Pero vendría otro cambio en la vida de Caterine. Otro anuncio. Otra alerta. El técnico cubano Ubaldo Duany, quien la dirige en Londres, le cambió su mentalidad. “Tú serías mejor en el salto triple”, le dijo un día. Y ella lo entendió.
La fe de los colombianos estaba puesta en ella. Caterine llegó a Londres como una de las candidatas a subirse al podio olímpico. Porque ella tenía las condiciones para dar el gran salto.
Con un salto de 14.45 metros en su primer intento y de 13.99 en el segundo, 14.67 en el tercero, 14.37 en el cuarto, 14.35 en el quinto y 14.80 en el último.
No hay comentarios:
Publicar un comentario